Los diferentes sectores agrarios neerlandeses son innovadores y han contribuido significativamente a la economía y prosperidad del país. Las cadenas de suministro, del productor hasta el consumidor, funcionan de manera muy eficiente, estando respaldadas por una investigación científica y una formación de talla indiscutible.
El gobierno de los Países Bajos reconoce que ha llegado el momento de revisar esta forma de proceder. Los métodos de producción y el comportamiento de los consumidores están dando lugar a una presión tal sobre el medio ambiente que está provocando una pérdida y deterioro de los recursos naturales –agua, aire, suelo, naturaleza- que es necesario revertir.
La política de la ministra Schouten es un ambicioso plan de cómo realizar la transición hacia una agricultura circular. Esta transición no se puede detener en las fronteras de los Países Bajos, sino que hay que trabajar en una mayor circularidad de las cadenas de valor a nivel internacional. En consecuencia, los Países Bajos tienen también como objetivo cooperar con otros países para alcanzar las ambiciones de una agricultura circular, aglutinando los conocimientos y las experiencias de muchos.
La implicación que suponen los ODS de Naciones Unidas y los compromisos adquiridos en el Acuerdo sobre el Clima, más los que demanda el Pacto Verde de la Comisión Europea, no hacen sino refrendar la necesidad de un cambio estructural de nuestros sectores agrarios.